La llegada de Garduza a la vocería de la Fiscalía no solo es un nombramiento desafortunado; es un atentado directo contra la transparencia, la libertad de prensa y la autonomía de las instituciones de justicia en San Luis Potosí.
Rolando N, tiene un proceso abierto por un presunto delito de desvío de recursos públicos con la asignación de obras a través de una empresa de su propiedad.