San Luis Potosí continúa siendo un epicentro de violencia y criminalidad, a pesar de una ligera disminución en los delitos denunciados durante los primeros dos meses del año. Según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el número de carpetas de investigación pasó de 5,085 en enero a 4,925 en febrero, con un total acumulado de 10,010 denuncias. Sin embargo, estos números, aunque ligeramente menores, no reflejan una mejora real en la seguridad de la entidad, sino un aumento en delitos mucho más graves.
En particular, el narcomenudeo ha alcanzado cifras alarmantes. Durante febrero, se registraron 883 denuncias por este delito, lo que, sumado a las 989 denuncias de enero, lleva a un total de 1,872 en tan solo dos meses. Este aumento es una clara señal de que el tráfico de drogas sigue expandiéndose en la región, afectando a las comunidades y poniendo en peligro la vida de miles de potosinos.
Este fenómeno se suma a la persistente violencia en otras áreas. En el ámbito de los homicidios, febrero reportó 25 muertes dolosas, casi igual que en enero, cuando se registraron 29. Además, se acumularon 25 homicidios por accidentes de tránsito y dos feminicidios en lo que va del año. También se destacan 38 casos de secuestros, 60 de abuso sexual, 31 de acoso, y 41 denuncias por violación simple, lo que resalta la constante vulnerabilidad de los ciudadanos frente a la delincuencia.
Aunque los delitos contra el patrimonio continúan siendo los más denunciados, con 1,791 casos registrados en febrero, es el narcomenudeo el que más preocupa. La proliferación de este delito no solo refleja la falta de control en las calles, sino también un aumento en la organización criminal que está afectando seriamente la vida cotidiana de la población.