Durante un evento en el municipio de Villa de Pozos, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, descartó la posibilidad de prohibir los “corridos tumbados” en el estado, iniciativa que será analizada próximamente en el Congreso local. Aprovechando que la mayoría de los asistentes eran jóvenes, Gallardo evidenció al diputado de Morena Cuauhtli Badillo, quien impulsa la propuesta, logrando que el legislador se sintiera incómodo ante la desaprobación del público.
“¿Quieren que les diga qué diputado propone esta iniciativa?”, preguntó el mandatario mientras los jóvenes manifestaban su rechazo a la prohibición. Badillo Moreno trató de pasar desapercibido, sin éxito, en medio del incómodo momento.
Gallardo Cardona expresó su desacuerdo con la propuesta que busca prohibir los “corridos tumbados” y la “música belicona”, argumentando que aunque estos géneros pueden promover la violencia y el narcotráfico, “la música no define a las personas”. Además, señaló que no es fan de los corridos, pero que respetará la decisión final que tome el Congreso.
Esta postura abre el debate sobre la responsabilidad de los gobiernos en la regulación cultural y musical. Aunque algunos sectores consideran que prohibir estos géneros podría contribuir a disminuir la apología del delito, otros sostienen que coartar la libertad artística resulta contraproducente e ineficaz para abordar problemáticas sociales de fondo.
El contexto en el que el gobernador aprovechó para exhibir al legislador ha generado reacciones encontradas. Algunos ven el acto como una estrategia política para congraciarse con el sector juvenil, mientras otros lo interpretan como una falta de seriedad al tratar un tema que ha sido motivo de controversia en distintos puntos del país.
La propuesta para prohibir los corridos tumbados seguirá su curso en el Congreso de San Luis Potosí, mientras la opinión pública permanece dividida entre quienes apoyan la regulación y quienes defienden la libertad de expresión artística.

