Desde septiembre de 2024, el colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros ha registrado el descubrimiento de al menos 25 centros de exterminio en diversos municipios de San Luis Potosí. A pesar de este avance, la identificación de las víctimas sigue siendo incierta debido a las condiciones en las que se encuentran los restos humanos, lo que ha dificultado la obtención de ADN en numerosos casos.
Edith Pérez Rodríguez, presidenta del colectivo, informó que estos sitios se han ubicado en localidades como Rioverde, Villa de Reyes, Tamuín, Tamasopo y El Naranjo, poniendo de manifiesto la magnitud de la tragedia que afecta a esta región del país.
Uno de los hallazgos más recientes se realizó en la comunidad de Agua Dulce, en Rioverde, donde se localizaron 16 fosas clandestinas. Los cuerpos encontrados estaban desmembrados, y también se hallaron tambos de plástico calcinados con prendas de ropa. Entre los restos, destacó la identificación de Emir Yurel, un joven de Querétaro desaparecido en diciembre del año pasado. Esta identificación fue posible gracias a su ortodoncia, ya que la mayoría de los restos presentaban un deterioro severo debido al uso de ácido.
Este descubrimiento es un ejemplo de la lucha incansable del colectivo, que enfrenta constantes desafíos, como los vividos en Tamaulipas, donde se enviaron muestras de restos a Alemania sin obtener resultados concluyentes. Sin embargo, para Voz y Dignidad por los Nuestros, el reconocimiento de Emir, aunque bajo circunstancias trágicas, es un avance significativo en su trabajo por la justicia.
Actualmente, el colectivo mantiene un registro de entre 400 y 500 personas desaparecidas en San Luis Potosí, lo que pone en evidencia la grave crisis de desapariciones que azota al estado, y subraya la urgencia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades para enfrentar esta dolorosa realidad.