Parece que al gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, le caló hondo la iniciativa de la presidenta Sheinbaum que bloquea en automático la candidatura de su papá o su esposa a la gubernatura en 2027 o, al menos, así lo dejó ver con su notable ausencia en el arranque del Programa Nacional de Vivienda. Un evento de primer orden, con la presencia de estados y municipios clave para el desarrollo del país, pero al que el mandatario decidió no asistir. Un «detalle» que no pasó desapercibido y que levanta muchas preguntas.
Si se tratara de un simple descuido en la agenda, cualquiera pensaría que, al menos, enviaría a su mano derecha, el secretario general de Gobierno, Guadalupe «uñas largas» Torres. Pero no. En su lugar, la representación del estado recayó en un funcionario de tercer nivel, Christian Sánchez. ¿Un simple olvido o un mensaje deliberado?
Mientras en el presídium desfilaban figuras de peso en el ámbito nacional, San Luis Potosí no tuvo a nadie con un verdadero peso político para dar la cara. No hubo rastro de gallardistas de primer orden, ni del gobernador ni de ninguno de sus cercanos. Un vacío que no pasó desapercibido para los asistentes y que parece más una postura política que una coincidencia.
La pregunta que queda en el aire es si esta ausencia fue una respuesta velada al gobierno federal tras la reciente propuesta contra el nepotismo lanzada por la presidenta. ¿Acaso el gobernador está mostrando su inconformidad de la manera más infantil posible, evitando los eventos clave? ¿O simplemente confirma lo que muchos sospechan: que no es una persona grata en los eventos de la Presidenta?
La pregunta que queda en el aire es si esta ausencia fue una respuesta velada al gobierno federal tras la reciente propuesta contra el nepotismo lanzada por la presidenta. ¿O será que simplemente no lo invitaron y por eso decidió mandar a alguien que apenas y tiene una oficina con vista a la calle? O quizás el gobernador simplemente tenía planes más interesantes, como una reunión con un cantante de regional mexicano en Puerto Vallarta.
Lo cierto es que, entre ausencias, desplantes y desaires, queda claro que los temas fundamentales para el crecimiento del estado están en la misma categoría de las invitaciones del gobernador: en el olvido.